¿Nervios? Que hacer con ellos antes de sabotear mi competencia.
La fecha que ha estado marcada en el calendario desde hace meses y por la cual has sometiendo tu cuerpo a grandes esfuerzos, está aquí.
Llegó el momento, estas parado en línea de salida a punto de escuchar la campana que avisara el comienzo de lo que has estado imaginando y fantaseando. Un montón de pensamientos explotan en tu cabeza a la vez, tal vez muchos de ellos negativos, dudas sobre tus capacidades y posibilidades de salir airoso y triunfador, sudor, nauseas, miedo, ganas de abandonarlo todo y salir corriendo. ¡Es día de competencia!
¿Lo pudiste imaginar?, lo más probable es que si, y eso se debe a que seguramente a ti también te ha pasado que te sientes aturdido antes o durante la competencia. Los nervios precompetitivos son una experiencia que todos los atletas de competición han experimentado al menos una vez en sus vidas deportivas.
¿Que pasa por tu mente?
Emoción, fuertes deseos de estar ahí, la idea de como se desarrollará la prueba, cuales serán tus sensaciones, estrés por que todo salga como lo planeaste, ansiedad a cometer un error, lesionarte, tener un accidente, miedo a perder, etc., etc.
De alguna manera, tener ese impulso de no saber si harás lo correcto y miedo a lo que sucederá esta justificado simple y prácticamente, se trata de tu instinto más primitivo, el de supervivencia.
Todas las competencias representan una experiencia que te pone al limite y te saca de tu zona de confort dado que llevas a tu cuerpo a una exigencia física y mental fuera de lo que cualquiera haría en un contexto normal, entonces tu cuerpo se predispone a un estado de hipervigilancia y alerta evaluando lo desconocido como algo peligroso, lo que quiere decir que las competencias son registradas por tu inconsciente como una situación desconocida y peligrosa.
Para cuando esto sucede, tu cuerpo ya ha comenzado a experimentar una cadena de reacciones físicas como sudoración excesiva, elevación en las palpitaciones, falta de aliento, temblores, tensión muscular etc., y reacciones psicológicas como miedo, angustia, pensamientos pesimistas o negativos, impulso de huida, etc. Al final de cuentas es tu cerebro queriendo protegerte de lo que interpreta como una amenaza.
Ahora que ya sabes esto, es importante recordarte que, a pesar del instinto, tanto tu como tu cerebro tienen la capacidad de brincar ese estado de alerta y focalizar tu atención en hacer un buen papel durante la prueba.
Ningún atleta por más nivel que tenga esta exento de padecer estos nervios pre competencia pues la mente reacciona según las condiciones en las que se encuentra, así que el enteramiento físico no es el factor único que define la diferencia entre el buen o mal rendimiento.
Por lo tanto, saber gestionar tus nervios precompetitivos es casi tan importante como el alimentarte adecuadamente, hidratarte o entrenar lo suficiente, así que vale mucho la pena que le dediques tiempo de calidad a aprender junto con tu entrenador mental aquellas técnicas ideales para ti, de esta forma lograras optimizar tu estado precompetitivo y dominar los nervios.
Por ahora te recomiendo que pongas en practica los siguientes recursos que te ayudaran a reestructurar tus pensamientos y moverte hacia delante:
Respiración
Realiza ejercicios de respiración que te ayuden a oxigenar lo suficiente a tus músculos y tu cuerpo en general, esto de dará mayor concentración y activará tus sentidos.
Visualización
Haz un mapa mental de las partes de tu cuerpo, recorre mentalmente cada extremidad y observa lo fuerte y poderosos que son tus músculos, puedes combinarlo con la respiración.
De igual manera visualiza las dificultades a las que le temes a la hora de la prueba y anticípate a ellas planeando soluciones alternativas en caso de que se presenten, de esta forma, sabrás como reaccionar a ellas y llegar con más auto confianza.
Relajación y Concentración
Toma tu tiempo previo a la competencia para aislarte de los estímulos externos. Busca ponerte la música que te activa, traer a tu mente recuerdos positivos de experiencias en las que hayas triunfado e intenta poner tu concentración justo en el punto donde la necesitas.
Recuerda que el truco esta en ser capaz de dominar a tu mente, no ella a ti.